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La oratoria es el conjunto de técnicas que se utilizan para hablar en público con garantías de éxito. Hoy en día, se hace habitual tener que compartir experiencias con auditorios, de manera que conviene conocer técnicas para transmitir mejor el mensaje. En este artículo se dan algunas claves.
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1. Creer en lo que se va a decir
Esta es una condición sine qua non para que cualquier presentación en público sea exitosa. Si no se cree en lo que se va a decir o comunicar, lo más probable es que el auditorio perciba esta situación. Es importante decir que ni siquiera un buen orador puede dar solución a este problema.
2. Practicar la respiración abdominal
La respiración abdominal es una técnica de relajación muy útil en cualquier momento de nerviosismo, y también antes de una presentación pública. Solo hay que tomar aire, mantenerlo en el abdomen y soltarlo lentamente; si se repite varias veces, la persona estará más tranquila.
3. Fijar la atención en un punto concreto
Muchas personas tienen miedo de sentirse observadas por decenas de personas que están escrutando cada movimiento, y eso resulta agotador. Una manera de reducir la tensión es fijar permanentemente la mirada en un punto concreto, que puede ser un lugar o una persona de confianza.
4. Apoyarse en documentación y gráficos
Aunque se hable en público, es bueno apoyarse en documentos y gráficos durante la exposición, ya sea para la consulta puntual o, simplemente, para exponerlos ante el auditorio a través de un proyector. De esta manera, se conseguirá una presentación más convincente.
5. Dormir bien la noche anterior
Descansar es fundamental para que una presentación sea fluida. Por lo tanto, el conferenciante se ha de preocupar de dormir bien la noche anterior, tanto por cantidad de horas como por calidad del sueño.
6. No reprimir el miedo antes de la presentación
Es habitual que algunas personas experimenten miedo antes de la presentación o estrés. Conviene recordar que el estrés, a determinados niveles, es positivo para alcanzar determinadas metas. En consecuencia, no se deberían reprimir estas emociones. Quizás es mejor llorar en privado dos horas antes de la presentación que tener un estallido en el estrado.
7. Interactuar con el público
Plantear una presentación como un coloquio puede ser una buena opción. En este caso, procedería realizar una exposición breve y, posteriormente, abrir un turno de preguntas. Hay personas a las que les va mejor este formato y, si es posible, puede valer para alcanzar el objetivo deseado.
8. Visualizar lugares agradables antes de empezar
En toda presentación en público que se precie la concentración es fundamental. Para lograrla, una buena opción puede ser visualizar mentalmente un lugar agradable antes de empezar, para rebajar la tensión del momento.
9. Modular el tono de voz
Utilizar el tono de voz adecuado es fundamental para transmitir bien el mensaje y que este llegue. Por ese motivo, lo ideal es que la voz sea audible sin ser demasiado alta y con la cadencia lo suficientemente lenta como para que el público pueda escuchar el mensaje sin dificultades.
10. Preparar bien la presentación
Aunque esto parezca una obviedad, no hay que dejar de decirlo. Hay que saber de lo que se habla y estructurar un esquema previo para que el contenido que se va a compartir suscite interés. Este es un punto clave para que las presentaciones en público sean exitosas.
11. Despreocuparse de lo que piensen los demás
Cuando se va a realizar una exposición pública, hay que prever la posibilidad de que haya quien no esté de acuerdo con lo que se va a decir. Por lo tanto, ha de haber una preparación psicológica previa para que la persona no se preocupe demasiado por esas opiniones.
12. Desechar experiencias anteriores
Cada presentación es un reto nuevo, de manera que las experiencias negativas anteriores se tienen que relativizar. Al fin y al cabo, los auditorios y lugares van a ser diferentes. De esta manera, se sacará lo mejor de cada contexto.
13. Estudiar el tipo de auditorio
Estudiar el tipo de auditorio ante el que se va a hablar es importante para modular el tono de voz o el ritmo de la presentación en función de lo que se espera. Aspectos como la edad media, el sexo o las inquietudes son fundamentales para conseguir que el evento sea exitoso.
14. Tomarse el tiempo necesario
Más vale demorar una presentación si no se tiene claro cómo enfocarla que precipitarse por no disponer de los elementos necesarios. Eso sí, que esta variable no sirva para procrastinar.
Conclusión
Hablar en público es relativamente fácil si se conocen algunos trucos que están al alcance de todos. Además de la transmisión del mensaje, conocer bien el contenido y apoyarse en determinados elementos externos será de ayuda.
