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La gestión del cambio es el concepto clave para que en la actualidad las empresas sean capaces de adaptarse a un mercado tremendamente flexible. Esto obliga a los negocios a mantener una política estratégica en constante evolución. Afecta a todos los elementos de la empresa, desde los equipos de trabajo hasta la infraestructura empresarial.
eBook: ¿Qué deberías analizar en tu negocio?¿En qué consiste la gestión del cambio?
El mundo y los mercados resultan cada vez más dinámicos. Es comprensible que desde la pyme más pequeña hasta las grandes organizaciones deban acostumbrarse al hecho de que, si desean sobrevivir, tienen que adaptarse a un cambio constante.
El fin de este proceso de transformación es conseguir realizar cambios de manera permanente. La transformación debe resultar sencilla para los empleados. Así, se evitará alterar su comportamiento frente a sus obligaciones y se optimizará el periodo de adaptación.
Hoy existe un concepto de gestión del cambio que resulta mucho más dinámico. La transformación se realiza de una manera gradual, de forma que la transición de un método de operar a otro resulte lo menos traumática posible.
Además, las empresas han comprendido que no existe la posibilidad de conseguir la adaptación impecable y permanente entre métodos de trabajo y peculiaridades de los mercados. Ello está obligando a las organizaciones a instalarse en un estado de cambio permanente.
Los puntos frágiles
Detectarlos nos permitirá determinar cuáles son los agentes que precisan de un cambio en la organización. Evidentemente serán aquellos elementos que están sirviendo de lastre para conseguir los objetivos de la empresa: componentes tecnológicos, factores culturales, organización empresarial, fallos estructurales…
Una vez detectados los fallos es importante planificar estratégicamente cómo se realizarán los cambios necesarios. Desde qué objetivos se pretenden, hasta cuándo y qué actuaciones se precisarán para afrontar cada cambio en sí.
Llegados a este punto, la empresa debe asumir que a partir de este momento, las transformaciones, tanto a nivel profesional como corporativo, van a ser constantes y continuas para poder avanzar y crecer empresarialmente. Es indispensable aceptar este paso si se desea sobrevivir en un mercado global y con mucha competencia.
No es posible hablar de un único modelo de gestión, ya que este debe ajustarse a las necesidades y a los objetivos de cada compañía. Esta es la razón por la que es fundamental que, antes de su implementación, se realice un estudio que determine claramente cuáles son los procesos que precisan de un cambio. Solo así se podrá elaborar un plan estratégico que planifique los pasos a seguir.
¿Qué modelos de gestión del cambio existen?
Cada empresa, dependiendo de sus objetivos, deberá adoptar el modelo que mejor estrategia le proponga. A continuación se muestran algunos de los más empleados:
– Modelo de Investigación Crítica. Se basa en la suposición de que existe una cultura imperante que respalda la manera en que operan las empresas. Esto les lleva a un punto en el que la satisfacción no encaja. Este modelo aconseja que quienes se encarguen del cambio sean capaces de averiguar cuáles son los puntos conflictivos de esta ideología. Así, podrán modificar o incluso erradicar esta cultura, el comportamiento que genera y los resultados que produce.
– Modelo PHCA. Esta metodología aconseja “planificar” qué se desea conseguir y trazar los objetivos. Más tarde se pasa a la fase de “hacer”, en la que se implementa la estrategia. Sigue el proceso de “control”, donde se miden resultados. Por fin llega la hora de “actuar” y se evalúa si los datos obtenidos aconsejan correr el riesgo de seguir con el cambio.
– Modelo de John Kotter. El método del profesor emérito de Harvard define una estrategia de 8 puntos. No son pocas las empresas que siguen esta fórmula para la gestión, ya que se trata de una de las máximas autoridades en este ámbito. Los pasos de su teoría son:
1. Crear sentido de urgencia, anticipándose a las circunstancias del mercado.
2. Formar una coalición en la que participen todos los miembros de la empresa que tengan la misma visión.
3. Crear visión para el cambio evitando la resistencia del ser humano a salir de su zona de confort.
4. Comunicar la visión de la coalición a todas las personas que integran la empresa y hacerles partícipes.
5. Eliminar los obstáculos identificando a los miembros de la plantilla que ofrecen resistencia. Para ello debe prevalecer la formación y la perseverancia.
6. Asegurarse triunfos a corto plazo. Puesto que el cambio será algo permanente, es bueno reforzar a la plantilla con la consecución de éxitos a corto plazo.
7. Construir sobre el cambio y seguir trabajando sobre las bases de los éxitos conseguidos, con el objetivo de alcanzar éxitos futuros.
8. Anclar el cambio a la cultura empresarial de manera que se convierta en algo innato y que se perpetúe.
Como se ha podido comprobar, la adecuada gestión del cambio es clave en cualquier empresa que desee perdurar en el tiempo.
