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El CIO/CEO de cualquier organización que aún no haya acometido un proceso de transformación digital en sus compañías tendrá que hacer una importante adaptación al entorno en 2020. Si no quiere seguir engrosando la lista de organizaciones tecnológicamente atrasadas, los responsables de las empresas han de concienciarse que el lema a seguir ahora es «transformarse o morir», siempre siguiendo una buena planificación financiera.
Desafíos para la transformación digital según Gartner
El próximo año, tendencias tecnológicas como el 5G o la inteligencia artificial serán algo más que palabras en las empresas y la sociedad avanzada. Para la consultora Gartner, los responsables de las compañías tienen, ante sí, varias barreras que deberán superar para introducir sus negocios en la nueva era comercial, donde un buen plan financiero será clave.
1. El reto del cambio
La transformación digital no solo consiste en hacer acopio de herramientas tecnológicas avanzadas, sino que exige además un ejercicio de adaptación a esta nueva realidad.
La labor de un CIO es dar formación y motivar a sus trabajadores para que utilicen las tecnologías en su beneficio, las entiendan y las conviertan en su más firme aliado laboral. El departamento financiero será clave en esta digitalización, ya que no puede dejar de lado soluciones que dibujan un mapa de la salud económica del negocio.
2. Fomentar la colaboración
Derivado de lo anterior. La cultura de «mis conocimientos son estos y son míos» ha de desterrarse y esto abre las puertas a la colaboración. Compartir ideas, técnicas o desarrollo de trabajo no solo redunda en la buena salud de la organización, sino que fomenta el compañerismo entre los trabajadores, compartiendo todos ellos la satisfacción del resultado final.
Según Gartner, para llegar a esta colaboración es necesario abrir proyectos en los que todos tengan que implicarse. Al principio puede hacerse por departamentos para, al final, llegar a toda la organización.
3. Planificación financiera rigurosa
Tanto a nivel organizativo como puramente tecnológico, el departamento financiero juega un papel fundamental, ya que el CIO va a consultarles hasta qué punto pueden llevarse a cabo los cambios necesarios. Tener un buen software financiero, que arroje datos completos sobre la situación de la compañía y un histórico de gastos e ingresos, puede ayudar al responsable a tomar las mejores decisiones. No hay duda de que una empresa sana económicamente puede lanzarse a realizar nuevos y complejos proyectos, algo inalcanzable para otra que esté sumida en las deudas.
4. La falta de talento
De todos es sabido que los cambios empresariales ligados a la tecnología van mucho más rápidos que la formación. Por ello, llega un momento que las empresas no son capaces de encontrar el talento necesario para implantar ciertas soluciones. Una posible salida es acercar, desde la propia organización, cursos a aquellos especialistas que estén relacionados con un área concreta.
De esta manera, no será necesario buscar en el mercado un perfil específico y, por tanto, complejo, sino que bastará con darle esos conocimientos una vez que estén en plantilla. También es una forma de motivar al personal, ya que se transmite la sensación de que, desde lo más alto, hay preocupación por ellos.
En definitiva, el CIO/CEO no puede esperar más para llevar a cabo la transformación digital de su negocio. Esta no solo consiste en la digitalización de la compañía adquiriendo tecnologías disruptivas sino, más bien, se trata de comenzar un cambio de mentalidad y cultural entre sus empleados. Fomentar la colaboración, formar en nuevas competencias digitales y animar al equipo a que venza sus miedos, todo ello sin dejar de vigilar el estado financiero de la compañía, son auténticos desafíos para los responsables, pero quizá el único camino para sobrevivir.
