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Para plantearse la opción del teletrabajo el empresario puede empezar estableciendo perfiles, es decir, aquellos puestos de trabajo que, por sus características, pueden ser susceptibles de llevarse a cabo fuera de la oficina. Lo cierto es que la cultura empresarial española ha sido, tradicionalmente, muy reacia a establecer el teletrabajo, pero también es verdad que la tendencia está cambiando, sobre todo con la llegada de gestores más jóvenes.
Los objetivos, fundamentales para el teletrabajo y la implicación del empleado
La tecnología es la principal aliada del empresario para lograr una total implicación de sus trabajadores, ya que existen soluciones para prácticamente cualquier tipo de trabajo: gestión de proyectos, videoconferencias, análisis de datos, compartir documentación, etc.
Pero para llegar a este punto el empresario ha de elaborar un plan por objetivos, de manera que el éxito de la empresa no dependa tanto de las horas trabajadas como de la productividad. Es un esquema que ya se aplica con éxito en otros países, y que también está encontrando su réplica en las jóvenes startups que están naciendo en nuestro país.
Los objetivos pueden ser diarios, semanales o mensuales, el caso es que sean coherentes y que los empleados sepan que su misión es cumplirlos. Y se juegan mucho con ello, ya que el teletrabajo les va a reportar muchos beneficios, sobre todo relacionados con la conciliación personal y el ahorro de tiempo y dinero en ir a la oficina.
Esto va a repercutir directamente en el negocio, porque un empleado contento va a alinearse mucho mejor con los valores de la empresa y, sabiendo qué se espera de él, su productividad va a ser mayor.
Adecuada política de incentivos
Muy relacionado con la necesidad de pautar objetivos en el teletrabajo es también organizar una política de incentivos adecuada. De esta manera se motivará más a los trabajadores. Pero, ¿cómo elegir el programa de incentivos más adecuado para un teletrabajador?
Incentivos monetarios según logros
Se trata de uno de los incentivos más efectivos, y es utilizado por muchas empresas en forma de bonos o premios en metálico. Sobre todo, son muy fáciles de aplicar cuando hablamos de logros objetivos, como puede ser el aumento de ventas, y no lo es tanto por otros más subjetivos como una buena atención al cliente
Promoción
La promoción laboral es un incentivo que no encaja con todo el mundo: mientras que algunos trabajadores lo esperan con entusiasmo, otros no querrán la responsabilidad de dirigir un equipo. Por tanto, el empresario tendrá que asegurarse de que la persona premiada quiere ascender laboralmente antes de hacerlo público.
Incentivos sociales
Los seguros de salud, cheques de gasolina, guarderías, etc. todos ellos son siempre bienvenidos por parte de los empleados, ya que ven que su empresa se preocupa por ellos y se sienten valorados. Se trata de incentivos que se pueden aplicar de forma colectiva tras un buen año de facturación, por ejemplo.
La importancia de la comunicación
No se puede plantear una estrategia de teletrabajo para una compañía sin establecer, como base, una buena comunicación, tanto externa como interna. Los empleados que estén en sus casas han de saber con quién han de comunicarse ante cualquier imprevisto, y también a quién tienen que rendir cuentas. Además, se tiene que crear un canal de comunicación donde recibir feedbacks sobre cómo está funcionando este sistema.
En conclusión, una vez establecidos los perfiles de teletrabajo dentro de una empresa es importante establecer objetivos, un buen programa de incentivos y una comunicación robusta con los empleados. Todo esto, sumado a la tecnología, redundará en muchos beneficios tanto para el trabajador como para la empresa, como pueden ser conseguir más productividad, conciliación y ahorro de tiempo y dinero.
