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Es de gran interés para muchas empresas el saber cuándo es el momento de llevar el negocio a la nube. Es decir, tener todos los programas e información con los que se trabaja diariamente almacenados en Internet, en lugar de hacerlo en los ordenadores, ¿supone alguna ventaja competitiva?
¿Por qué migrar la empresa al cloud o nube?
En primer lugar, porque así los servicios que se utilizan para trabajar siempre estarán disponibles. El usuario no tiene que preocuparse de que un programa «cuelgue» en su ordenador ni de tener que arreglarlo él mismo. Un buen proveedor de cloud siempre tendrá unos servidores mucho más potentes que el almacenamiento que ofrecen los ordenadores de oficina. Se encarga de mantener el software que utiliza la empresa contratante al día, actualizado y funcional las 24 horas.
El cloud simplifica mucho las tareas informáticas. Además, les da un «respiro» a los ordenadores de la empresa que contrata el servicio en la nube. Los ordenadores ganan en espacio y rendimiento, al no tener que cargar tantos programas y aplicaciones.
La seguridad frente a ciberataques y para la protección de datos es otro de los factores a considerar. No todas las empresas pueden permitirse tener un equipo dedicado exclusivamente a esto o contratar uno externo. Toda la ciberseguridad quedaría en manos del proveedor de cloud, de manera que la empresa no tendrá que preocuparse por esto.
Otras ventajas son la flexibilidad en el pago y la reducción de costes. Una empresa puede optar por la modalidad de pago por uso, de manera que haga uso del cloud solo en determinados momentos cuando soporta los mayores picos de trabajo. Por supuesto, podrá prescindir de los equipos informáticos para la instalación, administración y mantenimiento de su software de trabajo.
¿Para qué migrar al cloud?
Cuando una compañía decide migrar su software al cloud, lo hace buscando eficiencia, ahorrar dinero, quitar carga de trabajo a sus empleados y, en general, eliminar problemas que están obstaculizando otras tareas más importantes.
En el cloud se busca una ventaja organizacional y una mejora en la productividad. No solo consiste en almacenar externamente los programas informáticos, sino también las bases de datos y archivos de la corporación. Un servidor cloud externo con buena velocidad garantiza inmediatez en las consultas y recuperación de archivos. Aunque, como se verá a continuación, la verdadera cuestión es «cuándo migrar al servicio cloud«.
¿Cuándo migrar al cloud computing para buscar una ventaja competitiva?
Cada compañía tiene que analizar en qué punto se encuentra; cuánto dinero está gastando en instalación, administración y mantenimiento de software; y comparar su gasto con los precios que ofrece el mercado de los servidores de cloud.
Si la empresa ya maneja una considerable cantidad de programas, puede empezar a considerar la opción. Ha de hacerse las preguntas: «¿Se pierde mucho tiempo en mantenimiento y actualizaciones de programas que podría dedicarse a otras tareas?», «¿podría prescindirse de personal informático?», «¿se sufren virus y ataques y se va el tiempo en arreglarlos?» o «¿el rendimiento de los ordenadores podría ir a mejor?». Si la respuesta es «sí», ha llegado el momento de hacerlo.
¿Cómo migrar?
Un proveedor puede ofrecer varias opciones. Si se trata de migración, apenas hay que realizar ningún cambio (pero el coste es más elevado). Con la opción de transformación, algunos servicios de la empresa tendrán que sufrir modificaciones para adaptarse al cloud del proveedor.
En el peor caso, el entorno del proveedor será tan diferente que habrá que emplear una reconstrucción. Es decir, saldrá más barato reconstruir todos los servicios del cliente desde cero. Por último, está la opción de no migrar ciertas aplicaciones donde el coste de hacerlo supere a los beneficios.
En definitiva, cuando una empresa migra a la nube, busca ganar más dinero que manteniendo ella misma sus programas.
